Tras algunos cientos de metros a nuestras espaldas, no tardan en verse movimientos por encima del agua, que una vez pasados por arriba, veríamos en nuestras sondas en forma de actividad. Pero hoy el pescado está raro, los peces pasto no entran a nuestros señuelos y ni siquiera en las marcas con más actividad tenemos ninguna picada.
Cuando llevamos unas dos horitas de aburrimiento, ya el estómago comenzó a pedir comida, así que me dispuse a desayunar mientras Sevi se echaba una siestecita…jajaja.
La sonda echa chispas de la cantidad de peces que hay bajo nosotros, pero de ninguna manera logramos hacernos con ninguna pieza, así que charlando con Sevi decidimos marchar hacia menos agua, en busca de alguna picada a curricán. Comentamos el estar muy atentos a cualquier movimiento de chapoteo o pájaros, ya que es la única forma que tenemos de hacernos con algún pez en la mañana.
Navegando en paralelo buscamos algunas marcas para pasar por encima, pero de repente Sevi ve un pajareo extraño, que de momento se convierte en una pajarera considerable. Avanzan hacia el noroeste y nos cuesta seguirlos pero poco a poco logramos ganarle terreno cuando en una mirada a mi izquierda veo a Sevi que tiene enganchado uno. Por como le tira intuyo que es una bacoreta y efectivamente, tras algunas sueltas de línea puede hacerse con ella encima del kayak, con la felicidad correspondiente de la captura de este porte y la subida de adrenalina que nos aportan.
Días atrás en una de mis salidas en solitario, coincidimos en la orilla a mi salida y me comentaba que tenía ganas de capturar una bacoreta y mira por donde, hoy se hizo realidad.
Pero eso no es todo. Ya me suena la alarma de mi vuelta, pero no sin antes llevar nuestras muestras hasta lo más cercano a la orilla para aprovechar hasta el último momento. A escasos metros, el carrete de Sevi vuelve a sonar, esta vez parece que es más grande por como le tira. Un tira y afloja de algunos minutos hasta que le ve el lomo plateado, ¡¡¡Otra bacoreta!!! Esta viene perseguida por un ballesta que le hace de escolta hasta que la saca con cierta facilidad del agua. ¡¡Que alegría!! Hoy doblete de bacoretas para el compañero, que sin duda alguna, se lo merece por la constancia en sus salidas.
Al final hemos salvado el día, que tras algunas horas de aburrimiento total, ha dado su fruto. En nuestra pequeña travesía, también hubo recogida de basuras, yo una botella de dos litros de refresco de limón casi llena, un plástico de no se qué, y Sevi recogió del agua ¡¡Un huevo!! Sí señores un huevo de gallina, increíble pero cierto. Vimos 3 congrios de tamaño considerable flotando encima del agua, pero estos no los recogimos porque seguro que le servirían como festín a las gaviotas, seguro que algún pesquero los tiró muertos al mar después de capturarlos. Cada día vemos cosas más extrañas flotando por el mar.
Bueno, hasta aquí nuestra pequeña aventura, esperamos que os haya gustado y que pronto podamos añadir más. Aquí el vídeo de la jornada.
Un saludo a todos.