Hello a todos. Hoy
os cuento algo que aunque me ha pasado alguna vez que otra, las circunstancias
fueron propicias para que se produjera. He estado saliendo algunas mañanas en
las que me he tenido que volver a cero, y es que el pescado está raro este año,
no termina de comer bien y es por ello que las capturas se están volviendo aún
más complicadas. Tiene que ver mucho el tiempo que hemos estado teniendo hasta
ahora, el viento del noroeste nada bueno para las zonas donde me muevo y días
de levante extra fuerte que tampoco ayudan mucho.
Así que me he
tenido que amoldar un poco a mis horarios y pegarme alguna escapada por tardes que han estado sin viento, que aunque
nunca me han gustado para pescar, sí para disfrutar de la navegación en kayak, sobre todo en la hora de la puesta de
sol, paleando tranquilamente con la mar
plato.
Hacía mucho calor a
la hora que llegué a la playa, muchísimo. Tanto es así que me salté mi
protocolo (sin el cual no) de salir con el pantalón de neopreno. Me embadurné
de crema y al agua. Nunca me ha gustado salir en bañador a pescar, más que nada
por la seguridad que te aporta el neopreno, tanto para enganches con algún
anzuelo como roces o simplemente echarte un pez encima.
La idea era de
navegar hacia un punto lejano, aproximadamente unos 8 km desde el punto de
partida. En principio la primera parte sería curricán y ya de vuelta ir tocando
algunas zonas que hacía tiempo no
visitaba y ver como andaban los fondos. El viento se vino un poco arriba, pero
se podía palear bien. Disfruté bastante del paseo. Una vez llegado al destino,
empecé a observar los fondos más detenidamente mientras me movía de un punto a
otro ya de vuelta.
Estuve investigando
algunos puntos en los que se veía actividad, mirando los veriles y la forma de
actuar con las derivas, hasta que di con uno que me cuadró bastante tanto por
la actividad como por la forma de derivar con el viento y la corriente que
había.
Lo primero que hice
fue armar mi caña con dos mini pepones de kurricán y para bajarlos utilicé un
señuelo mirla negra de 45 gramos, que me regaló Carlos Champion en el
campeonato de Marbella. Todo ello con un hilo del 0,20, pensado única y
exclusivamente para rescatar alguna pieza de pez pasto para usarlo como cebo.
Pero las cosas son como son, y cuando los peces están por la labor de comer,
pues eso, comen.
Así que en la
segunda bajada me pegaron un traquido que se me descompuso el vientre pensando
el bajo que llevaba. Tuve que soltar el freno casi a tope y dejar que el pez me
soltara lo que quisiera, apenas recogía hilo, pero no me quedaba otra que
armarme de paciencia y rezar si quería optar por subir la pieza a bordo. A
media batalla, me asustó un resoplido muy cerca, miré para atrás y vi como dos
calderones me acechaban en la pelea, asomando sus aletas dorsales muy cerca de
mí, la primera vez en mi vida que me pasa.
Subía 1 y bajaba 3,
hasta que poco a poco pude hacerme con ella. Pensé que era una sama por la
potencia que me daba en sus continuos embistes, pero cuando subió vi que era
una corvina. Con tan poco diámetro de hilo no me quise arriesgar y usé bichero
por seguridad más que nada ( en ese momento me arrepentí absolutamente de
llevar las piernas al aire) y a la segunda intentona pude meterlo por las
agallas y subirla a bordo.
Por una parte tenía
el jig metido en la boca hasta la agalla y uno de los pepones agarrados en el
cachete, así que no sabría decir cuál fue el “culpable” de la captura. Pero
nada más lejos de la realidad, tal y como la subí a bordo, ella solita se dio
la vuelta y se fue al agua, dejándome patidifuso y lleno de “baba corvinal”.
Mucho tuvo que ver el ir en bañador y con crema “hasta el culo” de que se
resbalara y se fuera al agua. Así que como casi en todas mis salidas, siempre
aprendo algo, esta vez me tocó aprender lo que resbala un gran pez en las
piernas llena de crema. Lo bueno es que ella se fue bien protegida para el sol
jeje. Me hubiera gustado disfrutarla más en mis manos, para observarla mejor,
pero no pudo ser, fue una suelta obligada. Me quedo con la buena tarde que
eché, sin prisas, con la puesta de sol y la tranquilidad del anochecer en la
orilla de la playa. Además, también pude disfrutar de algunos saltos de
delfines mulares que a unos 100 metros ariscaban un banco de peces, pegando
saltos dignos de exhibición. Apreté el
ritmo a tope, por si lograba me acompañaran un rato pero les perdí la pista. En
fin, un buen día de los que se quedan en la retina.
Saludos a todos.
“Raspacejo”
Hola edu ,es un placer leerte y comprovar que sigues en la linia ,bonita corvina , esa a buen seguro volvera a sucumbir a tus señuelos y con mas peso , un abrazo
ResponderEliminarAgustin v g
El placer es mío al verte por aqui Agustín. Este año a ver si podemos grabar buenas tomas.
EliminarUn abrazo tío.
Enhorabuena Edu!!!
ResponderEliminarNo solo por la captura, si no por tu forma de relatar la historia, haces que lo vivamos con toda la fuerza que tu lo viviste.
No veo un solo video sin leer antes todo el relato.
Por compañeros como tu, es por lo que tengo este veneno metido en el cuerpo.
Gracias de nuevo compañero!!!!!
Muchas gracias Bernardo. Y yo me alegro mucho cada vez que me dicen eso. Para mi es un orgullo ir creando escuela de este bonito deporte.
EliminarPronto coincidiremos.
AguaRas:
ResponderEliminarFelicidades Edu, al menos por el rato de la pelea.... Parece que estaba esperando a que la despescaras para largarse....
A ver si empiezan a moverse algo más .
Saludos.
Que te voy a contar Antonio, sabes de buena tinta como está el tema. Pronto triunfaremos.
EliminarEdu esa Corvina es muy lista hizo un captura y suelta por si misma , un abrazo crack
ResponderEliminarYo le di coba la primera parte y ella a mi la segunda jeje. Gracias Jaime.
EliminarUn abrazo tío.
Edu, eres un maestro como siempre, y este caso también por el humor con el que "resignas" al final del vídeo. Lo que no cuentas es si los calderones se te quedaron de público hasta el final de la faena :)
ResponderEliminarOjalá Ramón, estuvieron muy cerca pero duro muy poco, lo que se ve en el vídeo que estoy mirando hacia popa.Ese día estaban muy cerca y activos por tierra. Yo es la primera vez que veo tantos. Es una pasada.
Eliminarjoder Edu,a mi eso me ha pasado en dos ocasiones,con un chicharro y con un serrucho y todavia se me pone cara de gilipollas cuando me acuerdo jajaja.
ResponderEliminarel relato buenisimo como todos los tuyos y la compañia que tuviste fue envidiable.
un abrazo Maestro.
Gracias Manolillo, en casi todas las salidas se aprende algo. La experiencia muy buena, con la toma del combate me doy por privilegiado, es mi captura". Espero puedas tener un resoplido de esos por el cogote, verás el gustirrinin que te entra jeje.
EliminarUn fuerte abrazo.
Edu, ya era de un poco de acción y escamas a las que nos tenias acostumbrados. Bonita luz y estado del mar para la pesca. Y combinación perfecta de señuelos para conseguir esos buenos ataques ;) Por poco te atina a tirar la caña al agua tambien, casi que se podría decir que esa corvina lo mismo no era la primera vez que la pescaban, demasiado sabionda jejejejeje.
ResponderEliminarEn todo caso, enhorabuena, el lance, la pelea y el bonito ejemplar de corvina lo merecen.
Un abrazo.-
Gracias Paco, en todo caso, siempre las llevo atadas, pero igualmente me hubiera dado el susto, lo peor hubiera sido que se hubiera ido con el señuelo en la boca, arrastrando así los pepones por mi descubierto muslo, ahí hubiera flipado en colores....
ResponderEliminarSaludos.
Felicidades por la captura temporal Edu, es todo un placer ver cómo trabajas la picada con esas líneas tan finas. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarEl mero hecho de sacar esa pieza con un 0,20 es ya motivo de sobra para estar más que feliz. Siempre es un placer compartir y aprender contigo. Un saludo Edu.
ResponderEliminarBonita captura, cuando se pesca así la satisfacción es grande.
ResponderEliminar¿De qué marca era el 0'20? No era fluorocarbono no?
Un saludo