Hola compañeros, vaya como está la cosa, la mar no termina de aclararse del todo, los temporales han hecho mella en el agua, y el color, por lo menos por tierra, que es por donde podemos movernos, no es del todo bueno. Aún así, hay que aprovechar los días buenos que se tercien. El problema ya sabéis cual es, el poco tiempo, jeje. Aparte llevo como una semana liado con la edición de este último vídeo, ya que me ha dado muchos problemas para finiquitarlo en condiciones, no sé que narices le pasaba al editor pero ha dado por saco. Y para colmo luego el subirlo también me ha costado, en fín , las cosas de la informática.
Color de las aguas.
Pues bien, en un huequecito que tuve días atrás me dispuse a dar un paseo, inicialmente para jugar un poco al jigging, pero saliendo de casa, una brisa me rozó mi nariz para avisarme de que me llevara la vela y los patines. De todas formas me llevé algún señuelo de estos de colores que pesan tanto. Una vez más, cambio la modalidad a última hora.
Un día precioso, con una brisa perfecta para navegar, pero con un color de aguas poco propicio para pescar a curricán o a jigging. A un par de kilómetros una línea separaba las aguas marrones de las verdosas, y como sarna con gusto no pica, me conformé con dar el paseo de turno. Y así, poco a poco me fui adentrando en busca de alguna pieza que se dejara engañar por mis señuelos. Cuando llegué a la zona, y después de sentir un poco de náuseas, me acuerdo que se me ha olvidado tomar mi pastillita del mareo, cruzo los dedos para que no me estropee la jornada.
Hoy toca investigar un poco, la mar está buena, aunque con un gran mar de fondo, que levanta ondulaciones en fondos de 13 metros y que en algunas ocasiones llega a verse la espuma partir en sus crestas. Aprovechando mi aliado el viento me alejo hasta zonas desconocidas para mí, y en busca de una marca que hace tiempo persigo, voy indagando entre los fondos hasta encontrar lo que parece una zona propicia para sumergir uno de mis vinilos de última adquisición.
Recojo vela y aprovecho la deriva para pasear mi muestra en los 24 metros en los que me muevo. Tras cinco o seis derivas se me aparece la virgen en forma de picada, algo potente hay debajo de mí. Logro despegarlo un poco del fondo y recupero un poco, pero la suerte no me acompaña, y cuando cojo el bichero la caña pierde tensión. Una pena, ha sido una picada bestial, de un pez potente que no me ha dado tregua y que se ha soltado sin más. Como siempre queda la duda de que ha podido ser, pero me inclino por dos especies, o un mero o un pulpo, quizás este segundo, pues el señuelo no tenía daño alguno y la forma de soltarse no es de un pez que haya sido clavado. En fín, se me echa la hora encima y tengo que volver a tierra, no sin antes pasar por el pesquero que me pilla de camino. Allí mi caña me sorprende con lo que parece un enganche de alguna alga o similar, puesto que se dobla sin pegar tirones. Mientras recojo, me da la impresión de que pudiera ser un araña porque la zona es propicia, pero mi sorpresa llega en forma de una bonita lubina.
Ya en tierra y mientras recojo todo, observo que sus branquias se mueven todavía, así que decido hacer una suelta en la orilla. Poco a poco se aleja buscando el fondo. De nuevo una sensación gratificante. De ésta no hay vídeo, pues ya estaba sin batería en la hero, así que unas fotillos de rigor y la suelta. Y así acaba la historia de hoy compañeros, cuando todo el pescado estaba vendido, de repente una sorpresa. Ya sabéis, no recoger las cañas hasta el último momento, de vez en cuando nos llevamos una alegría.
Aquí el vídeo.
Un saludo a todos.
Un saludo a todos.