Desde que tengo la nueva montura, ya tenía ganas de pegarme una sesión de pesca fondeado, hace algunas semanas estuve preparando dias antes, bajos, aparejos y demás para el día elegido.
En principio, las primeras horas de luz, quería hacer un poco de jigging. Tras dejarlo todo listo y sortear las olas de la orilla, puse rumbo al pesquero elegido para mover los hierros. Nada más llegar al sitio, y viendo lo que había por el fondo, comencé a darle al hombro. Poco tiempo estuve, cuando un barco, que venía para mí flechado se para al lado mía y con todo su arte, en mis narices, coge su gps y se pone a marcar la zona. No contento con eso, se fondea justo en medio de donde estaba haciendo las derivas. Ganas me entraron de larzarle el jig a la cabeza y tirar fuerte a ver si con suerte pudiera traerme un trozo de su cara, pero no, solo le pregunté si se consideraba pescador y si conocía el respeto. Por supuesto, al final, me marché más allá, donde la arena coge altura en forma de piedra....
Llevaba mucho tiempo sin tocar esta zona, cuando te pasa esto, es como si las cosas hubieran cambiado de lugar. Los sitios parecen diferentes. Busqué ese hueco que siempre me funcionó, pero no dí con él, aunque estuve cerca. No sé que habrá ocurrido.
Tras fondearme y desprender las gambas desde mi kayak hasta la profundidad, en breve, comenzaron las leves picadas que no hacían otra cosa que comerse el cebo. Mal asunto. Después de una hora sacando vaquitas y chopas, algunas tan pequeñas como casi el anzuelo, me decidí a dar otro "potalazo". En la misma zona pero algo más a poniente. Un par de picadas potentes de nuestros amigos los ballestas, me hicieron disfrutar de lo lindo. Creía que había dado con un bolo de estos, pero no, habría algunos sueltos por ahí. Ya tocaba hacerme con alguno, desde hace algunos años no pruebo su preciada carne.
Una captura extraña también sucumbió a mis gambitas, un hermoso rascacio que , con cuidado, pude colocar en el pasa peces. Éste, iría directo a una buena sopa de pescado, es un pez muy preciado para ello.
Toda la mañana estuvo muy parada, continuas picadas pero de peces pequeños, todos devueltos al agua. De vuelta, en un pequeño bolo que vi, pude rascar un par de sargos, uno de buen tamaño y ya di por finalizado el dia de pesca.
Hacia tierra, pude disfrutar de mi nueva montura, paleando como hace un par de años, es como todo, cada cosa tiene su toque especial. Aquí un pequeño vídeo de la jornada. Al final hay un pequeño resumen de como utilizar la boya de fondeo.
Saludos a todos.
"Raspacejo"