Muy buenas a todos, hace algunas semanas tuve una jornada en compañía de nuestro compañero Manolo "Toranaga-San". Siempre que pasa por esta zona en veranito nos echamos el teléfono para coincidir aunque sea un día. Después de verlo en la semana, quedamos un día del finde, tempranito...."Al amanecer nos vemos en la orilla"le dije.
Como pasé una noche regular con el peque, al final salí más temprano de la cuenta para desayunar tranquilo. Allí estaba Manolo bajando a la Mulata de sus aposentos. Tras bajarla desayunamos tranquilos, puesto que el día pintaba mal porque había mucha niebla y nos iba a impedir salir a a hora prevista. Así que después de montarlo todo bastante tranquilo, parecía que se estaba abriendo el día. En la orilla le pasé a Manolo algunos jigs puesto que el no tenía ninguno para practicar la modalidad del día de hoy. La niebla se estaba abriendo, así que decidimos salir.
Pusimos rumbo al pesquero, 6 kilómetros nos separaban del primer punto a tocar, que días anteriores había divisado con el Hobie haciéndome una buena navegada.
Es una zona donde han entrado corvinas en temporadas pasadas y algún pargo entre dos y tres kilos. Era una buena ocasión para intentar un buen estreno del Señor de la Mulata. Así que despacito y buena letra empezamos a palear. La mar absolutamente plato.
Llegamos al punto y empezamos a ver actividad en las sondas, buena señal sin duda alguna. Comenzamos a hacer derivas y no entraba nada. Al poco decidí meterle un rubber que resultó infalible, a la segunda bajada se produjo una picada medio decente. En la sonda vi perfectamente como el pez salió detrás de mi señuelo, y al dejarlo caer de nuevo entró.
Poco a poco subió un ejemplar de pargo pluma de ración que me vendría bien para el almuerzo del día, jeje.
Seguimos dando caña al tema, bueno, caña Manolo, yo al manoteo. Localizamos un buen bolo de pasto, pero de ninguna manera pudimos hacernos con nada. Este año están duros de roer, cuesta la misma vida hacerse con alguno.
Seguimos alejando hasta que llegó la hora de la vuelta, en esta ocasión Manolo no tuvo suerte, pero bueno, pudimos disfrutar de un precioso día con una mar de escándalo.
Ya de vuelta el viento se vino arriba como bien decía la previsión y de tranquis nos pegamos la paleada de unos 20 km en total, un buen día de ejercicio sin duda alguna.
Bueno, pues ahí queda eso, otra jornada de pesca más. Manolo, un placer compartir el rato contigo, ya repetiremos.
Saludos a todos.
"Raspacejo"