Hola de nuevo. No sé como os irá en cuanto a pesca se refiere, yo llevo ya algunos bolos a la espalda, ya tocaba, pero bueno, el otro día tuve suerte (relativa).
Este año parece que el viento del noroeste está de moda, y es que lleva varias semanas dale que te pego. No me quejo por el viento, pues yo lo disfruto, pero la mar la pone rara, tanto por color como por oleaje, siempre cruzado. Pues bien, el otro día planeé una salidita por ese spot tan mágico como es Sancti Petri. Como la previsión era de viento de 10 nudos pues me preparé una ruta a ver que tal me iba. Esta vez me tiré para Cádiz, buscando zonas para curri de fondo. Esta vez nada de madrugones, unas 10 de la mañana apetecibles presenciaron mi salida, y es que a sabiendas que me iba a mojar, no me apetecía hacerlo tan temprano.
Cuando salía por el Castillo, vi el oleaje que me esperaba, mar de fondo picadita, ideal para darme algún chapuzón. Mientras sorteaba una y otra iba preparando las cañas, con un ojo en el señuelo y otro en la ola. Ya en el agua, solo me quedaba disfrutar del paseo. Esta vez el viento me obligaba a hacer algún bordo que otro para mantener una batimetría adecuada para los señuelos y velocidad que llevaba. Proa a la Caleta iba avanzando poco a poco hasta que llegué casi a Torregorda. Allí me dí la vuelta y volví por una zona algo más profunda, casi 20 metros. Ahí entran mis x rap de 22cm (con babero), unas delicias de freno, impensables para días sin viento. Éstas me han rozado a 13 metros, una barbaridad, eso sí, rapidito jeje. Tras 4 kilómetros vuelvo a la mitad de metros, retiro las "caballas" y monto algo más liviano.

Con el viento empopado voy avanzando mucho más rápido, aunque el oleaje me viene lateralmente y hay que ir con tiento.....escucho mi caña derecha, la miro y no me queda otra que recoger vela. Caña en mano veo que la mar se torna complicada, no es tanto navegando como parado. Con tiento voy recogiendo metros con unos buenos tirones tras la línea, que alegría, viene algo "peleón" .Una sorpresa, pues la mar estaba fea, no tanto de oleaje como de color. A lo lejos, muy lejos, me parece ver un salto de algo en la superficie. Mientras le sigo dando al carrete me doy cuenta que la línea derecha la tengo montada sobre la izquierda por la deriva, así que no me queda otra que cambiar de banda si no quiero arriesgarme a un buen lío. Como puedo me las apaño para hacer la maniobra, arriesgando a soltar la caña de su seguro, pues sino, me es imposible. Vaya tela, la mar, la picada, el cambio, jeje, vaya estrés...
Pero pronto veo que se trata de una chova (anjova), brava, muy brava ella. Varios saltos pega delante mía, carreras continuas, se mete debajo del kayak, y poco a poco voy haciéndome con ella. La idea principal es hacer suelta. Cojo el bichero por si las moscas, con la situación no puedo arriesgar. Cuando la tengo cerca, en su último salto veo que la potera delantera viene totalmente clavada por dentro de las agallas, caguentó. No puedo salvarla, así que no me queda otra que meterle para subirla a bordo. Ya arriba, con el aleteo, encima, la potera trasera se clava en la red bolsillero del Hobie, tanto que tengo que retirar la potera del señuelo porque en esa situación me es imposible quitarla.
Una pena tener que sacrificarla, llevaba tiempo pensando hacer una suelta de esta especie, pero ésta vez las condiciones no acompañaron. Espero que a la próxima le pueda regalar su vuelta al mar, ya que ellas nos ofrecen unos combates dignos de suelta. Pero bueno, no se pueden hacer planes.
Y eso es todo amigos, espero haberos distraído un rato.
Un saludo.
"Raspacejo"