martes, 15 de abril de 2008

Salida 14 abril

Este día decidí de ir a tocar un sitito por la zona del castillo. El mar estaba muy bien al principio, a medida que me alejaba del castillo empezó a ponerse un poco picada, pero no mucho. Dos kilómetros me separaban de la marca , me llevé un buen tiempo remando, cosa que mis hombros y brazos después de la paliza del día anterior ya notaban el cansancio. Soplaba un poco de viento en contra, pero ni mucho menos como ayer. Desde la salida puse una rapala de profundidad para probar hasta la marca pero sin resultado alguno. Llegue al sitio pero la sonda no me marcaba actividad, aún así con la ilusión empecé a pescar. Unos 15 minutos tardaron las primeras picadas pero en cuanto empezó no pararon. Muchas mojarrras negras y alguna chopa que no me daban tregua. Estaba eufórico, contento, una, otra, las más pequeñas al agua ¿Que más se puede pedir?
El sentir las picadas tan seguidas da una sensación indescriptible, tan cerca del agua, con una embarcación tan "endeble", es como "un tú a tú" con el pez, a ver quien puede más, tener la picaresca de,en el último momento,pegar el tironcito que hace enganchar al pez y ahí comenzar la lucha para subirlo a bordo.
Al rato de estar el viento viró y comenzó un poco más de oleaje, por lo que decidí tirar para tierra. Eran las 19:00h y me quedaba un rato de paleo, así que recogí el rezón y puse direcciòn al punto de partida. Ya en la orilla, hice recuento de las piezas y organizé todo para volver a casa.

lunes, 14 de abril de 2008

Salida dia 13 abril 2008

Este día fué el primero en que mi kayak tocó escama. Eran las 15:00h cuando decidí entrar por los Caños de Meca. Allí me esperaba una playa por la que acceder al agua. Mirando detenidamente las olas logré hacerme un hueco entre ellas para así comenzar a palear hasta algún punto donde viera algo de actividad. El viento soplaba fuerte, con lo cual no pude alejarme mucho, así que pasado un kilómetro dirección el faro decidí fondearme y probar suerte. En breve tuve algunas picadas en las que salieron algunas piezas de un tamaño pequeño que fueron devueltas a casita. Aunque el día no era propicio para pescar, estaba en la gloria, solamente el viento, mi kayak y yo. Era mi primer día de pesca en serio y aunque solo salieron tres piezas de tamaño mediano, mi alegría era latente. Cada picada la disfrutaba como un niño pequeño y la tensión de la línea me hacia tener una sensación de adrenalina pura. En breve la actividad se terminó y decidí tirar para tierra firme, recoger los bártulos e irme a casa. Fué una jornada corta pero disfrutada a tope. Seguiremos informando...