lunes, 23 de noviembre de 2020

De vuelta al ruedo.

Hola amigos. Ya hacía unos meses que no escribía por aquí, y es que, como muchos ya sabéis, me agencié una semirrígida que es con la que me he estado divirtiendo este verano. Siempre dije que como pescar en kayak no hay nada, el silencio, la economía, practicidad y todo muy a mano es lo que siempre me ha enganchado de esta modalidad de pesca. Ésto, sumado a un kayak tipo de pedales como el que al final me he decidido (Hobie Outback) pues te aporta muchísimo en el agua (hablando de pesca pura y dura). 

Lo del tema de la semirrígida ha sido prácticamente para llegar un poco más allá de lo que puedo con el kayak, y también días en los que con el mismo es complejo pescar por el estado de la mar o la meteorología. Mi fin es disfrutar de la pesca, y el nuevo juguete me aporta ese toque extra para los días en los que preparar todo para llegar a la playa y darte la vuelta, se puede convertir en por lo menos dar un buen paseo de forma "gratuita" en cuanto a esfuerzo se refiere.

Pero bueno, dejando de lado la semirrígida, el fin de este post es poneros al tanto de una nueva aventurilla con el Outback. En el día del estreno, ya habiendo montado y probado todo el equipamiento me dispuse a darme un paseo para disfrutar de tan buena montura.

Día propicio, mar plato con algo de mardeleva, mal color del agua pero sin prisa alguna, como a mí me gusta. Todo preparado en la orilla para echar un día (en principio de pesca al vivo). Saliendo me doy cuenta de que, sitios en los que normalmente hay pez pasto para ésta técnica, están totalmente desiertos, así que tocaba pegarle un poco a los señuelos.

Llegado a la zona de pesca, se veía una actividad muy interesante, con algunas persecuciones al señuelo, estando muy a punto de picada como veis en la siguiente imagen (inquietante), pero no terminaban de entrar, así que decidí cambiar de sitio.

Acercándome a otro, vi un bolo espectacular, que seguramente serían corvinas, a las que acerqué el señuelo pero sin suerte, además de que las perdí pronto porque no era un bolo estático, estaba en movimiento. Ya cerca de un veril, y sin apenas actividad, vi de nuevo como había acercamientos al señuelo, que en esta ocasión era un Bigfin de Prohunter. Este señuelo tal y como veréis en el vídeo, me está funcionando con movimientos lentos arriba abajo con poca recogida en el bombeo, lo llevo probando todo el verano y siempre me ha funcionado igual, en el descenso es donde le entra el pescado. Así que tras ponerlo en la Jinkai combinada con el Maxel Rage lo bajé con suma ilusión viendo que ni a los slows ni a los tai le entraba nada.

Tercera deriva y comienzo a ver los mismos acercamientos hasta que en una caída, zass. Pez con poco tamaño se veía perfectamente subir en la sonda, y en esto tiene mucho que ver el pescar en kayak, que te permite hacerlo con mucha más verticalidad que en la semirrígida, de hecho, los registros de sonda son mucho mejores en kayak que en barco.

Arriba ya, una samita se subía a mi kayak, aún viniendo por el labio prendida, me di cuenta que estaba sangrando mucho, así que antes de soltarla a su suerte la puse en el vivero para reanimarla y ver como reaccionaba. A media mañana, saltó viento largo y tuve que volver a tierra sin grandes capturas pero con las sensaciones extremadamente placenteras que te aportan las salidas en kayak. 

Y bueno, esta es la historia de un día de pesca cualquiera, espero que sigáis disfrutando de la mar.

Saludos a todos.

"Raspacejo"