viernes, 15 de agosto de 2008

14 de agosto.

Hoy he salido temprano, sobre las 7:15 ya estaba en el agua. El mar estaba revuelto y la entrada en la orilla no invitaba a descuidarse mucho. Había viento de poniente fuerte, que no me dejó ir a la zona que quería y me tuve que quedar más a tierra. Antes de llegar a la marca, se veía cardumen por encima del agua, las caballas estaban presentes y al llegar a la marca empezaron su aparición. Dobletes y tripletes subían a bordo, la actividad era notable y, aunque el mar estaba revuelto, se compensaba con las capturas. En un par de ocasiones, a las plumas entraron un parguito de 600 gramos y un borriquete con 1,1kg, cosa rara, pero cuando el pescado está de comer te puede entrar lo que menos te esperas. Seguía moviendo el jig arriba y abajo, cuando de repente, un gran tirón me soltaba carrete y hacía que mi caña se resintiera de su espina dorsal. Continuas salidas de línea me hacían pensar que lo que había abajo era una bacoreta, ya que en días anteriores se había sacado alguna. Es increíble la potencia de nado que tiene esta familia de túnido, muy divertida de pelear haciendo de cada combate una extraordinaria terapia de suelta de adrenalina. Al cabo de pocos minutos pude verle el lomo bajo el kayak, venía enganchada al jig y aparte también por el lomo a las plumas. Seguramente con tanto tira y afloja terminó liandose en todo el bajo de línea. Me hice con ella subiéndola con el bichero y pude disfrutar del tembleque super nervioso que tiene.
Después de esto decidí volver a tierra donde en la orilla me esperaba una línea de olas que pude sortear con suerte, menos la última, que una vez bajado del kayak lo giró y volcó. Menos mal que lo tenía todo amarrado.
La jornada finalizó con una bacoreta de 2,800 kg, 6 kg de caballas, el borriquete y el parguito. Un gran día sin duda.
Un saludo a todos.

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