Salida 3.

Hola compañeros, pues nada, aquí estamos de nuevo. He tenido la suerte de poder disfrutar de una nueva jornada, esta vez fondeado. La previsión en cuanto a tiempo era buena, pero no de actividad, pues era de los días que menos tenía. De todas formas, me daba igual pues era el día que podía ir, así que me puse manos a la obra. Parece mentira, pero se pierde la practica cuando hablamos de preparar bártulos y demás, se queda uno como pensando...¿Se me olvidará algo? Afortunadamente, en esta ocasión no. Hoy no toca madrugar, ya llevo toda la semana levantándome a las 5:00am para hoy también darme el madrugón, así que con tranquilidad.

Llego a la playa a eso de las 11:00, sin prisas y con un par de bocatas en la bolsa estanca para comer en la mar. Pongo rumbo al pesquero, que hoy, como no tengo hora de vuelta, voy a tocar uno al que nunca he ido, no por nada, sino porque está casi a 6 km del punto de partida, no mar adentro pero sí paralelo a la costa. Podría ir de frente desde otra playa, pero en la orilla hay un oleaje interesante y prefiero no arriesgar. Así que poco a poco y tranquilamente voy mojando señuelos de camino al sitio. Hoy monto el kayak tipo polinesio, con un solo patín y pedales. Comienzo mi paseo contra viento (SW 5 nudos) y marea.

Cuando llevo un par de kilómetros una de mis cañas engancha algo, pero por la forma de tirar me espero lo peor. Efectivamente cuando lo acerco al kayak veo que es un pez araña tamaño spiderman. Mientras lo tengo en el agua la otra caña empieza a sonar, no sé si por un enganche o por picada, pero al recoger, más bien me inclino por lo primero, ya que no traigo nada. Por otra parte me extraña porque hay más de 3 metros y voy con señuelos de superficie, pero bueno, seguimos con el araña... Como puedo y con mucho cuidado lo despesco y vuelve al agua.

Sigo con mi ruta, y tras otros dos kilómetros veo una mancha en el fondo, a unos 13 metros, la paso de largo, pero pensándolo mejor me doy la vuelta y pruebo con la carnada de hoy, calamares pequeños. Solo con llegar al fondo y sin tener preparada la cámara, tanteando, me llega una buena picada con sus carreras incluidas, ¡¡¡Que bueno!!! Detrás de esos tirones veo el reflejo de dos piezas que suben a bordo, una buena mojarra y una peleá, como las llaman por aquí, más bien una sama pequeña o parguetón. Comenzamos con un doblete. Rápidamente vuelvo a la carga, busco de nuevo la mancha y tras el lance otra vez picada, esta vez una breca, empezamos bien. Aún con poca marea, el agua tira y la deriva es rapidita . Repito la operación en varias ocasiones, y me hago con un buen ranchito, devuelvo al agua las de menos tamaño. Pero como por arte de magia el bolo desaparece y con él las picadas, así que prosigo mi rumbo. Llego al punto, tiro la boya y a descansar toca. Curiosamente, encima de la piedra no entra nada, ni una picada. Aprovecho para reponer fuerzas y tomar un poco el sol mientras observo detenidamente el puntero de la caña alojada en el cañero. Parece mentira, te desplazas tanto para no obtener picada alguna, así es la pesca. Parece ser que la actividad ha terminado por hoy. Recojo el fondeo y toco en tres ocasiones más pero solo subo a bordo una vaquita y una chopa que también devuelvo al agua. Toca volver a tierra, esta vez con la marea empujando. De camino mi sonda se queda sin batería, ya está para cambiarla, de durarme 3 jornadas a solo 1, pero bueno, ya tiene tres años de continuas cargas y descargas, así que ya toca cambio, no me puedo quejar.

Dejándome llevar por la corriente y pedaleando suavito llego al punto de partida sin mucho esfuerzo y con ninguna picada a curri, así que cierro la tercera jornada del año con 5 piezas, dos mojarras, dos brecas y la sama. Poca cosa pero suficiente para ahorrarme el almuerzo de mañana. Ya en tierra Pescador estaba esperándome para dar el visto bueno a las capturas.

Y eso ha sido todo, pude grabar algunas tomas, aquí las tenéis .
Saludos a todos y buena mar.