viernes, 9 de agosto de 2019

Tardes mágicas.

Si bien lo ideal siempre se dice que es pescar por la mañana temprano, hay días en los que la meteorología no te permite salir en tal momento. Nuestra zona es muy peculiar porque suelen pegar todos los vientos, y nosotros, que vamos en Kayak, pues nos afecta todo, el viento, la marea y también el oleaje. Aquí, cuando no es el viento, es el oleaje, así que cuando tienes tiempo libre, tienes que estar con los cinco sentidos en la meteorología, si quieres salir claro....😏
Son muchas las veces que dejándolo todo preparado en la noche anterior, te levantas por la mañana y te tienes que dar la vuelta. Si te pilla saliendo de tu casa y ves el tiempo malo pues bien, te vuelves a la cama, pero tener que coger el coche, ir al pesquero y una vez allí te encuentras "el pescao" de que sopla viento fuerte o hay niebla para salir....pues como que te machaca a fuego.
Una de las cosas que hago cuando sopla viento moderado que no te deja pescar a jigging por ejemplo, es ir a pegarme una jornada de curricán, que si bien cuesta algo más navegar, por lo menos te permite disfrutar de una jornada más o menos placentera.
Eso me pasó aquel día en el que por la mañana me tuve que ir a la cama de nuevo, pero puse el ojo en la tarde para mi salida.
Después de comer y con un calor de mil demonios busqué el agua como un animal en el desierto, una vez montado en el kayak, todo desaparece, y el viento, aunque tedioso, te ayuda a refrigerar mientras navegas.
La previsión era que debería de bajar, así que era cuestión de tiempo. Mientras tanto mis señuelos movían los punteros de las Kaido a medida que poco a poco me iba acercando al pesquero.
De camino, el pez pasto hacía presencia, parada obligatoria para recoger alguno y darle un paseo.


Llego a la zona y está desierta, navego en círculos en busca de algo de actividad, cuando de repente veo algunas manchas aparecer en la Elite . Y es ahí cuando me pongo en marcha observando la deriva del viento y corriente.


No me dio tiempo a pensar cuando en la primera deriva el puntero de la Kaido Black busca el agua de una forma muy brusca, sin duda era una buena pieza. Tras sueltas de carrete (el Pioneer Infinia Prestige) y varias carreras, comienza una batalla de algunos minutos que me ponen a tope. Poco a poco le recupero metros y en breve lo tendría dentro de mi salabre. Un magnífico dentón se subiría a mi borda.


Con una librea tornasol, impresionante sin duda, mi intención desde el primer momento fue liberarlo, ya que desde hace algún tiempo tenía ganas de soltar uno de estos, así que dedicatoria y al agua.
Ya tendré oportunidad de disfrutar en la mesa de otra pieza similar, de momento tenía también pescado en casa y era una buena oportunidad para cumplir el objetivo marcado desde hace tiempo. Con esto me despido compañeros, espero hayáis podido desconectar con esta lectura, aún así, os dejo el vídeo como siempre.
Un saludo a todos.
"Raspacejo"


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